martes, 23 de mayo de 2017

Una respuesta a los Doctores Fermín y Balcácer

El titular del periódico El Nacional llamó mi atención: "Llevaran caso asesinato Orlando a la ONU", al leer esta noticia, aún no salgo de mi asombro. En principio la curiosidad era por saber cual sería el motivo para acudir a la ONU si el recurso de casación interpuesto por Nilson y Sergio Martínez Howley, hermanos de Orlando, había sido aceptado, y a Joaquín Pou Castro se le ratifico la condena de 20 a 30 años de prisión, por ser la persona que ejecuto la planificación del crimen de Orlando. 

Fue a Joaquín Pou Castro a quien los autores intelectuales del crimen, contactaron para que ejecutara a Orlando. Fue Pou Castro quien busco a Mariano Durán Cabrera, y a Rafael Alfredo Lluberes Ricart; Mariano Durán Cabrera, a su vez contacto a Luis Emilio de la Rosa Beras, quien tras una condena de 10 años, ya se encuentra libre. Cómo es posible que los doctores Frank Reinaldo Fermín y Carlos Blacácer se destapen ahora, con que acudirán a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la ONU, para demostrar que la Suprema Corte de Justicia " se equivocó cuando determinó que la Ley de Amnistía Dominicana no alcanza a los imputados del caso Orlando Martínez, porque ellos son acusados de homicidio". 

Pueden acudir donde quieran doctores Fermín y Balcácer, busquen todos los argumentos, preparen truchimanerías, que ya la justicia ratificó su veredicto: 30 años de prisión para los principales acusados, esos que acabaron con la vida de un hombre de apenas 30 años de vida, treinta años de cárcel para ellos, si señor, un año de prisión por cada año de vida de Orlando, a quien no dejaron desarrollarse en plenitud por la intolerancia e irrespeto a la vida que imperaba entonces y que sus defendidos siguieron al pie de la letra, sin cambiar un ápice. Es verdad que hay que estar vivos para ver cosas, las palomas les tiran ahora a los rifles, son ahora esos desalmados de los cuales, algunos no se arrepienten todavía del crimen cometido, porque como dijera Rafael Alfredo Lluberes Ricart en su momento:"...ya no hay tiempo para arrepentirse", para agregar que Orlando era un comunista de ideología y que ese partido "mató a policías y guardias". Es para esas blancas palomas, almas indefensas e impolutas, que los doctores Fermín y Balcácer piden acatar la ley de Amnistía, que citando a Balcácer, ya antes favoreció a los implicados en el asesinato de los "578 guardias, policías, agentes encubiertos, confidentes y miembros de la Banda Colorá que cayeron abatidos a tiros en las calles de Santo Domingo", como también "fueron amnistiados los que secuestraron en la década del 70 al agregado militar de la embajada de los Estados Unidos en el país, Donald Crowley". 

Para finalizar sus argumentos, Carlos Balcácer, arremete contra el juez de la Suprema Corte de Justicia Julio Ibarra Ríos, porque alega que le llevo estos y otros casos donde se aplicó la Ley de Amnistía y este no actuó en consecuencia. Doctor Balcácer, váyase para la ONU y reclame allí indulto para sus defendidos, hágalo que ese es su trabajo, para eso le pagan; hágalo como lo hicieron en su momento mis tíos, con la gran diferencia de que la familia de Orlando acudió allí buscando justicia para los autores materiales e intelecuales del crimen de su hijo, y usted busca indulgencias para los autores de ese crimen. Vayan a la ONU, a la Corte Internacional de la Haya, utilicen todos sus recursos, que a pesar de ello la realidad no podrá ser cambiada: Un periodista asesinado, fruto de la intolerancia y el irrespeto a la vida, unos padres muertos, consumidos por el dolor de ver a los verdugos de su hijo pasearse de manera impugne por 22 años, y una justicia divina "Tarde pero segura", que ha puesto en el lugar donde deben estar a los autores de tan horrendo crimen. Nosotros, la familia de Orlando, en memoria de mis tíos: Luis Mariano Martínez y Adriana Howley, permanecemos atentos y confiados en la justicia: la divina y la terrenal.

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